PLAN DE NEGOCIOS

Consultoria empresarial

El plan de negocios es un componente indiscutiblemente crítico para que cualquier empresa despegue. Es clave para asegurar el financiamiento, documentar tu modelo de negocio, esbozar tus proyecciones financieras y convertir esa idea de negocio en una realidad (Moreno, 2022).

A pesar de que un plan de negocios no garantiza el éxito, es fundamental para todo nuevo negocio que está creciendo. Desgraciadamente, muchas personas omiten el paso de crear un plan porque les parece abrumador y confuso. El formar un plan requiere de mucho esfuerzo, pero bien vale la pena. El primer paso para escribir un plan de negocios es saber exactamente lo que es (MOBI, 2017).
Por eso partimos explicando, que el plan de negocio, también conocido como proyecto de negocio o plan de empresa, puede ser una representación comercial del modelo que se seguirá (Olivares, 2019). El objetivo del plan de negocio es alcanzar un conocimiento amplio de la compañía o la actividad que pretende poner en marcha. Al mismo tiempo encontrar socios o servir de base para convencer a estos del mérito del proyecto y conseguir recursos y capacidad necesarios para poner en marcha el plan, y de esta manera obtener el financiamiento para ejecutar el negocio (González, López, Aceves, & Celaya, 2008).

Escribir un plan de negocios no es una tarea simple, pues requiere de un gran conocimiento de la industria y de la empresa, así como buena habilidad para comunicarse de manera escrita. El proceso de escribir un plan de negocios es muy útil para determinar la factibilidad del negocio, y este plan debe ser consultado y actualizado constantemente para no perder la orientación del negocio. El desafío está en convertir la idea de negocio en una realidad (Weinberger, 2009).

El insumo para elaborar un buen plan de negocio es la información de mercado, investigar y tratar de conocer todo sobre la lógica del negocio, sector, en el mercado será de gran utilidad (Bóveda, Oviedo, & Yakusik, 2015). Para ello, se cuenta con diferentes modelos; entendiendo que un modelo de negocio es la herramienta, que precede al plan de negocio, la cual te permite definir con claridad qué vas a ofrecer al mercado, qué valor vas a aportar, a quién se lo vas a vender, cómo se lo vas a vender y de qué forma vas a generar ingresos (Pérez, 2019).
Uno de estos modelos, es el famoso Lienzo Lean Canvas, el cual es una representación gráfica que sirve para el desarrollo estratégico de un modelo de negocio. Se divide en 9 módulos y es usado, comúnmente, como una plantilla para plasmar los elementos básicos de cualquier idea de negocio (Medina, 2020).

Por otro lado, otros modelos como el Design Thinking y Lean Start-up llevan varios años compitiendo entre ellas, Pero nada más lejos de la realidad, Design Thinking y Lean Start-up combinan muy bien; las dos herramientas están causando furor entre el mundo de los emprendedores y la diferencia entre ambas es que, Design Thinking comienza con un reto o problema, en el que se debe profundizar desde la perspectiva del usuario. En cambio, Lean Start-up empieza con una idea y su objetivo es comprobar si esa idea y su modelo de negocio tienen sentido, es decir, si alguien realmente va a pagar por ellas (Alba, 2016). Ambas trabajan de manera diferente. Mientras que Lean startup surge como una metodología de validación de modelo de negocio, que permite impactar en el mercado con éxito, el Design Thinking busca el diseño de experiencias de alto valor, centradas en el usuario (Future lab, 2022).

Entre sus similitudes se encuentra que las dos elaboran los productos o servicios de acuerdo al pensamiento del público objetivo (Sánchez, 2022). Estas similitudes, así como diferencias ofrecen la posibilidad de aprender del otro método. Aunque ambos métodos tienen su propio público objetivo, y no se trata de combinarlos de manera arbitraria. Si alguien parte de una idea de negocio, el Lean Startup será en principio más adecuado, mientras que si el punto de partida es un problema o necesidad de mercado se recomienda utilizar el Design Thinking (Camps, 2014).


Referencias